Uno de los conserjes de nuestro edificio siempre tiene el turno de noche. Al principio nos parecía raro e injusto que nunca cambiara el turno, pero conversando con él una vez nos dimos cuenta que le encanta. En muchos aspectos es bueno que le guste, porque nunca se queda dormido y está siempre atento viendo por las cámaras quién entra y sale. Nos cae muy bien, y creo que es el conserje que más vemos pues llegamos después de las once por lo menos tres noches a la semana, y salimos con las perritas a las seis de la mañana casi a diario, así que conversamos bastante y tenemos muy buena relación.
Entonces, por qué aparece en este espacio en el cual la mayoría de los mencionados muere....pues porque nos ha agarrado tanta confianza, que nos toca el citófono para que bajemos a recoger nuestra correspondencia a CUALQUIER HORA. Una cosa es que estemos despiertos, pero otra muy distinta es bajar a buscar las cuentas! Al principio, y después de una lucha por quién de los dos se sacrificaba, bajábamos pues tiene sus años y la verdad no queremos discutir con él. Pero la última vez me tocó a mi, y le comenté amablemente que para bajar tenía que vestirme pues por lo general a las doce de la noche si estoy en mi casa estoy en pijama, así que prefería que no me avisara que tengo correspondencia por retirar. Me dijo que no le gusta que se acumulen cosas, que si él ve que es algo importante prefiere repartirlo a que se pierda, yo le digo que se quede tranquilo, que por lo general si estoy esperando algo pregunto frecuentemente, y de todas maneras paso por lo menos una vez a la semana a retirar cosas. Me ofreció subir la correspondencia, le dije que para abrir la puerta también tengo que vestirme, y encerrar a los perros porque se me escapan y además cuando suena el timbre empiezan a ladrar, etc.....y pensé que le había quedado claro pero ACABA DE TOCAR EL TIMBRE!!!!
Me dejó las cuentas, tomó el ascensor, pero al primer piso no llegó, alguien la cuerda le cortó, y se cayó... y así Don Sergio murió...
9 comentarios:
Demasiado diligente el caballero...o a lo mejor esto del ciclo circadiano al revés le trastocó un poco el juicio!
Aaaaaay!! Sabes que me acacbo de dar cuenta, gracias a tu post, que soy algo antisocial y no tan simpática por miedo a cosas exactamente como ésta!
Yo en la siguiente, no amarro a los perros.
Igual es como poético morir con Mariel y el capitán de fondo.
Desde el cielo escupira... el solamente queria agradecer que alguien en ese edificio no lo trata como inmueble, sino que como ser humano!
Ups - escribi "escupir" quize decir LLORARA...
A mí gusto, los conserjes siempre me parecieron mala onda, me miraban con cara de mafioso.. Supongo que asumiendo que eras la única persona que lo trataba bien, quizás como muestra de aprecio quiso hacerte un favor y subirte las cosas! Son diferentes modos de ver la historia..
me acabo de dar cuenta....don Sergio...!!!!....jijijijijiji
Se merece que lo atiendas en pijama y con la cara llena de crema y dos rodajas de pepino en los ojos, para darle un buen susto y que se deje de molestar.
Siiiiii, la verdad es que es bien simpático el conserje, y le tenemos cariño...pero no tiene mucho tino jejeje. Lo de los pepinos en la cara casi casi, en pijama y con perros sueltos he abierto.
Le dije una vez a mi cuñado que le dejaba las llaves con el conserje y me dijo: Don Sergio? y quedó para siempre, todos los conserjes se llaman Sergio...ja!
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