La verdadera inundación de mi casa(fue peor que la saga relatada en entradas anteriores y por eso me refiero a esta como la verdadera), sucedió porque a la señora que arrendaba arriba se le quedó una llave abierta* durante un día completo, y no lo notamos hasta que llegamos del trabajo tarde. Esta vez tuvo que arreglar no solamente los daños en mi departamento sino los del departamento debajo mío, pues así de grande fue. Yo aproveché de remodelar mi dormitorio inundado(evento que merece otra entrada), y le cobré a ella solamente la pintura completa de dormitorio y baño.
Dentro de todo tuvimos mucha suerte, por ejemplo el colchón que apenas se podía levantar por el agua que tenía se secó sin quedar con olor a humedad. Lavamos y secamos(estaba todo mojado con agua bastante sucia así que no era opción dejarla secar solamente) en muchas cargas las toallas, sábanas y toda MI ropa durante toda la noche pues MI clóset estaba justo debajo de la peor parte, pero no se dañó nada. El mueble que tiene la colección(incipiente pero colección al fin) de cómics de mi marido y su clóset quedaron sanos y salvos....¿karma le dicen?
Bueno, la señora estaba muy nerviosa con el tema porque realmente había quedado la grande, y dado que tenía que pagar dos arreglos ella quiso traer a su maestro de confianza, con quien seguramente tenía algún acuerdo de cobro más económico que si cada uno de nosotros arreglaba por su cuenta. Y estuvimos de acuerdo. Y ese fue el error, pues el maestro de confianza es nuestro pequeño criminal en esta entrada.
No hizo mal su trabajo, es decir lijó y pintó cielo y paredes correctamente en el dormitorio y en el baño.....pero a su paso dejó todo lo que lo rodeaba manchado de pintura! Yo me preocupé de dejarle una buena cantidad de diarios y cinta adhesiva para que protegiera el piso, las puertas de los clósets y los artefactos del baño. Si bien su tarea específica era sólo lijar y pintar, implica un poco que tiene que tener cuidado con el resto, se trata de pensar un poco más allá de lo estríctamente encomendado. Yo por ejemplo me preocupaba de dejarle almuerzo todos los días pues sabía que iba a estar todo el día en mi casa y quizás no iba a poder salir a comprarse algo(aunque tuvo tiempo de salir a comprarse unas cervezas, lo deduzco por las botellas vacías que aparecían cada día). En fin, en el dormitorio los clósets no salieron tan manchados, y la alfombra no importaba pues iba a cambiarla de todas maneras, pero el baño parecía el taller de Pollock.
Me demoré días en limpiar ese baño...el espejo, el lavamanos, el piso, todo tenía goterones de pintura...menos la tina, a esa le tuve que sacar a consciencia la sangre del maestro trozado.
*un descuido o accidente le pasa a cualquiera, nunca quise matar a la señora por este evento en particular.
Bueno, la señora estaba muy nerviosa con el tema porque realmente había quedado la grande, y dado que tenía que pagar dos arreglos ella quiso traer a su maestro de confianza, con quien seguramente tenía algún acuerdo de cobro más económico que si cada uno de nosotros arreglaba por su cuenta. Y estuvimos de acuerdo. Y ese fue el error, pues el maestro de confianza es nuestro pequeño criminal en esta entrada.
No hizo mal su trabajo, es decir lijó y pintó cielo y paredes correctamente en el dormitorio y en el baño.....pero a su paso dejó todo lo que lo rodeaba manchado de pintura! Yo me preocupé de dejarle una buena cantidad de diarios y cinta adhesiva para que protegiera el piso, las puertas de los clósets y los artefactos del baño. Si bien su tarea específica era sólo lijar y pintar, implica un poco que tiene que tener cuidado con el resto, se trata de pensar un poco más allá de lo estríctamente encomendado. Yo por ejemplo me preocupaba de dejarle almuerzo todos los días pues sabía que iba a estar todo el día en mi casa y quizás no iba a poder salir a comprarse algo(aunque tuvo tiempo de salir a comprarse unas cervezas, lo deduzco por las botellas vacías que aparecían cada día). En fin, en el dormitorio los clósets no salieron tan manchados, y la alfombra no importaba pues iba a cambiarla de todas maneras, pero el baño parecía el taller de Pollock.
Me demoré días en limpiar ese baño...el espejo, el lavamanos, el piso, todo tenía goterones de pintura...menos la tina, a esa le tuve que sacar a consciencia la sangre del maestro trozado.
*un descuido o accidente le pasa a cualquiera, nunca quise matar a la señora por este evento en particular.
2 comentarios:
Y yo me quejo de mis goteras!!!
La Paola me llamó justo cuando estaba entrando a la casa ese día, y me preguntó extrañada si estaba lloviendo, y le dije que sí, DENTRO de mi casa está lloviendo. Se escuchaba por teléfono cómo corría el agua!
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